domingo, 4 de diciembre de 2011

Primera entrada

Empezar algo es siempre una tarea emocionante.
Llego aquí tras cambios que no vienen al caso en la política de compartición de Spotify. Siempre he pensado que una puerta cerrada abre la posibilidad de abrir una ventana. Así que aquí me veo. Con la única seguridad de que no podré continuar el modelo que tenía, pero con la certeza de que puedo inventar uno nuevo y seguir compartiendo, con quien así lo quiera, las canciones y las anécdotas que más me gustan.

Comenzar algo nuevo requiere siempre de un aprendizaje, y prefiero irlo adquiriendo a medida que el tiempo pase pero echar a andar la máquina ya.

Pensaba qué canción podría abrir el blog. Siempre he pensado que, de tener algún día la oportunidad de pinchar enuna radio, empezaría con la línea de bajo que aparecerá al final de la entrada. Luego recordé una versión improvisada y regularmente ejecutada de la misma. Una versión con un Lapido desorientado, avergonzado ante el huracán de Nacho. Un poco como yo abriendo esto. Por todo, la primera canción del blog. Arrancamos. Cosas buenas a tod@s.

La chica de ayer, o como dejar que las ganas manden al traste la técnica. No es mal leit motive para este blog.

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