viernes, 9 de noviembre de 2012

D.E.P. Nick Curran

Escogí DEP, pero podría haber escogido perfectamente HDMNSDSE. Los que seguís el blog sabéis a qué etiquetas me refiero.

El pasado Septiembre el cáncer se llevó a Nick Curran.
Si no hubiera sido por los diferentes textos y reseñas que me he encontrado al efecto, hubiera sido algo que me habría pasado desapercibido. La razón? mi desconocimiento acerca de la persona y música de este outlaw del rock en su vertiente más instentinal.
Leo las columnas y mi sonrojo crece por segundos. A duras penas el "haber llegado tarde", mi sempiterna excusa, justifica no tener localizado al de Maine.


No veo justo repetir datos que ya han escrito otros. Podéis encontrar, para aquel que le apetezca, la reacción emotiva en Rockland, el análisis siempre documentado y sereno de Fernando Navarro, la reseña de Rockdelux (donde lo definen como rockero "de culto"), las breves pero sentidas palabras de Corazón de Rock'n'Roll. Y ejemplos de su música en videos presentes en todas estas entradas o en su mySpace, donde estoy convencido de que todos reconocereis el arranque del primer tema, Reform School Girl, pieza homónima del que fue el disco que más repercusión obtuvo en nuestro país.

Las fotos que he visto de él le identifican como un típico icono de rebeldía adolescente. Algunas fotos con más edad me traen a la cabeza a un Joe Strummer desafiante del que, tengo la impresión, Nick tuvo algo más que mero respeto.

Pasará el tiempo y la mayoría de nosotros dejaremos este nombre aparcado, o no. O puede ser que alguien lo mencione dentro de diez, de veinte años, como aquella referencia que le enseñó el precio de los sueños, la capa subterránea de una escena alejada de las televisiones y las radios que todos escuchamos. Un submundo de trabajadores de la música. De los que están aquí porque están incapacitados para estar en cualquier otro sitio. Y se me viene a la memória aquella anécdota con la que me gané la sonrisa de un empresario del mercado en que me encuentro. Era el tramo final de una cena-fiesta profesional. Otro currito y yo, después de haber disfrutado tranquilamente de unas cervezas y una amena conversación acerca de los temas más triviales, concretábamos en la puerta del local los flecos de unas acciones profesionales a acometer en el futuro próximo. Salió dicho empresario, nos escuchó un segundo, y nos comentó "pero, es que no podéis dejar hablar de trabajo un segundo? que estamos de fiesta coño!", sólo alcancé a responderle a ... pongamos que se llamase Manolo, "sabes qué pasa Manolo? que los que andamos todo el día con la pala a cuestas, cuando nos la quitan, no sabemos qué hacer con la manos".
Que alguien probase a arrancarle la guitarra de las manos a Curran. O a los de su estirpe.

Cosas buenas a tod@s.


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