lunes, 22 de octubre de 2012

Recomendado por las letras

Me vinieron hace ya unos años a recomendarme a este tipo y me dijeron: "te tiene que gustar, con lo que tienes por las letras, así, en castellano, seguro que te encanta". Y me dejaron un CD quemado sobre la mesa de la oficina que contenía un grupo mezclado de canciones. Sobre su superficie, escrito con un rotulador de esos indeleble (sniff, Peter Sellers): Sr. Chinarro.

Así que, qué podía hacer? pues escucharlo, obviamente. Y me gustó. No apuntaba mal mi amiga. Luego le fui haciendo un pequeño hueco en el poco tiempo que la vida me deja para la cosa esta de la música. Y conocí algún trabajo suyo más. Poco, siempre es poco. Me quedan más por conocer de los que conozco, pero al menos tengo detalles de sus dos grandes etapas, aquella primera y mágica con Acuarela y la segunda (y contemporánea) con Mushroom Pillow.

Se llama Antonio Luque, y es uno de los puntales de la música independiente española. Ya nadie duda de que es un clásico en vida, una institución con su propuesta desnuda, honesta y magnética (por atrayente).
Sevillano de esos que me intrigan, como me intrigan los Maga, como me intriga esa bala que tengo en la recámara que es Julio de la Rosa. La cara oculta (no tanto) de Sevilla, que se reivindica como gran urbe con este tipo de presencias poliédricas, necesitadas en ocasiones de exégetas en territorio propio, que en ajeno ya son entendidos.

Más tarde, cuando pude identificar los temas, supe que tenía en mis manos una recopilación formada básicamente por cortes de dos de sus trabajos finales en Acuarela: Cobre cuanto antes (2002) y El ventrílocuo de sí mismo (2003). Para entonces el sonido Chinarro ya estaba mezclado con parte de mi materia gris y no necesitaba de biografías ni nuevas escuchas para identificarlo. Como los grupos de antes. Qué secreto placer encontrarme a estas alturas con este tipo de plantas de hoja perenne aún creciendo y no simplemente fotografiadas en sepia con cara de susto y fingida soberbia.

Hoy me apetecía uno de esos temas. Me crucé con algo y me lo trajo a la cabeza. Para disfrutar una vez más del realismo mágico de unas historias fractales que saltan de imagen en imagen hasta desorientarte, ensimismándose en la rima sin pretender seguir un hilo conductor determinado. Un tema como otro cualquiera, La piña conseguida. Exquisito.

Cosas buenas a tod@s.


No hay comentarios:

Publicar un comentario