domingo, 7 de octubre de 2012

Music Tartar

Hay cosas que si se cocinan más allá de lo mínimo se estropean, pierden sus jugos naturales, y se transforman en suelas de zapatos dignas de los más analfabetos paladares.
Algunas materias primas guardan en sí mismas el sabor y el cuerpo necesarios para sofocar los deseos más exigentes. Cada minuto dedicado en manipularlas peca y araña la superficie que nos brindan.

Esta canción que hoy traigo al post es un ejemplo sublime de ello.
Pocas, como ella, puede expresar de forma tan sencilla y tan directa una realidad tan abrumadoramente cruel e indecfetible. Decía Serrat "nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio". No estoy de acuerdo con él en la primera mitad. En la segunda no puedo hacer otra cosa que quitarme el sombrero.

La canción se llama Para Vivir.
Se la debemos a un mago de las palabras y las melodías que se llama Pablo Milanés. Seguramente, con Silvio, el cantautor cubano más conocido a nivel mundial. A Milanés llegué tarde y por un camino extraño, una versión de Yolanda que se extendió mucho entre la gente de mi generación y que firmaron esos malagueños insustituibles que son Danza Invisible. Luego me lo encontré en mil sitios más. Como ese detalle que sin conocerlo pasa desapercibido pero que una vez identificado se repite donde ni siquiera te lo podías esperar.

Fue a través de Aute que me fijé por vez primera en esta canción. Y, qué canción!. Qué forma de cantar a la desesperanza del desamor sin mezclar el romanticismo de por medio. Como en un neorealismo de Antonioni. Una fotografía en blanco y negro de la cruda realidad. Sin paños calientes, sin atardeceres y sin paseos otoñales solitarios alfombrados de hojas secas. Dos más dos, cuatro. El miedo y la incerteza, el choque inesquivable de dos partes que no se encuentran. El drama del problema cotidiano, el de la cocina, el de los dos lados de la cama, con las letras del coche por pagar y el ruido de descarga de cisterna como banda sonora al acostarse. El flash momentáneo que deslumbra con el "y esto era todo?" propio, o el "así son las cosas" ajeno.

The Clash anunciaba el apocalipsis nuclear con London Calling, Pablo Milanés anunciaba el apocalipsis conyugal con Para Vivir. Ambos dan miedo.

Cosas buenas a tod@s.

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