sábado, 13 de octubre de 2012

En el último trago. D.E.P. Chavela Vargas

Llego tarde, pero llego. Llegó pronto, pero llegó. Me da igual que tuviera más de 90 años, debería de haber cumplido 190 y, sólo entonces, haber alcanzado la adolescencia.
Hay personas que no debes de escuchar cantar si quieres mantener a tus artistas preferidos en los escalones de calidad donde los tienes. Yo no hice caso y la escuché. Y me pasó que muchos de los temas que consideraba maravillosos no aguantaban escucharse después de una canción de la Vargas. Es como si la catedrática hubiera dado ejemplo y los chavales construyeran sus deberes por la noche.

Nos ha dejado Chavela Vargas. Por suerte no se ha llevado sus canciones, gracias al cielo o a quien toque darle las gracias. Ella, que decía que ójala se muriese en domingo para así tener que hacer el entierro en martes o miércoles, de esa forma no le fastidiaría el fin de semana a nadie. Ella, que se bebió todo el tequila de todos los bares, que amó sin temores, con amores sexuales y con otros amores que no todos alcanzamos a sentir porque no hemos tenido la necesidad de sentirlos como la sintió ella, entregada en alma en cada interpretación.


Soy de los que se enganchó con la promoción noventera de Pedro Almodóvar y Joaquín Sabina. Y ya nunca más pude desengancharme. Significa una atracción fatal maravillosa. Si la pincho sé que no tengo escapatoria, no sonará nadie diferente ya detrás. Cuando las luces bajan y te quedas solo con el equipo y el último tiro de malta. Cuando dan las dos, las tres de la madrugada. Es entonces el mejor momento. Si es posible fumando. Y dejando que te coja de la mano y te pasee por pensiones inmundas y barras retorcidas de tabernas. Entre corazones destrozados y amarguras empapadas.

Y hablar de Chavela y no mencionar siquiera a José Alfredo Jiménez sería un olvido imperdonable. El gran Jose Alfredo de las rancheras, de los corridos. Él sí, mexicano de cuna (Chavela nació en Costa Rica aunque estuviese nacionalizada y se sintiese profundamente mexicana). Autor importantísimo. Básico. Que estableció con Chavela un vínculo especial. Que generó la materia prima con la que la Vargas daba forma al sentimiento.

Un dúo inigualable con el que andar caminos diferentes de la cosa esta de la música. No se lo pierdan por nada del mundo.

Os dejo En el último trago. Como dice su letra, en el último trago nos vamos... descanse en paz.

Cosas buenas a tod@s.

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