sábado, 7 de julio de 2012

El Sachtmo y la movida de Vigo

No lo conocí, la distancia que separa Vigo del sur de España es (erá más entonces) demasiado grande como para permitirme haberlo hecho. Aunque, antes de entrar en detalles, habría que explicar un poco qué fue el Sachtmo.

Hagamos una analogía, la evidente, la más cercana al fenómeno Sachtmo, la madre del mismo y la respuesta inmediata: el Rockola. Rockola fue uno de los centros donde se gestó y se alimentó la Movida Madrileña. Lugar de encuentro (no de forma exclusiva) de los personajes principales de aquel movimiento socio-cultural que tuvo lugar en la España que iba pensando en dar carpetazo a la transición para hacerse a un orden nuevo de cosas. Bar, sala de conciertos, espacio de exposiciones, el Rockola fue la casa de todos de aquellos años.

En otra escala, a otro nivel, desde luego, pero con el mismo espíritu, encontramos al Sachtmo, en Vigo. Posiblemente, de forma contemporánea a Madrid, la segunda explosión de cultura juvenil (ligada a la música popular) más importante del momento tuvo lugar en Vigo. Y tuvo, qué duda cabe, un grupo seminal: Siniestro Total.

Los Siniestro de entonces (Julián Hernández, Germán Coppini, Miguel Costas y Alberto Torrado) comenzaron sus andanzas públicas, entre otros lugares, ahí, en el Sachtmo. Al principio sin nombre, bueno, mejor dicho, con un nombre diferente cada noche, pero con la convicción de estar formando parte de algo. Con tesón, y un ojo puesto inteligentemente en Madrid de forma constante, lograron que su ambición diera frutos cuando ese elemento indispensable del periodismo musical de este país (Jesús Ordovás) radió una maqueta de ellos en el programa Esto no es Hawai de Radio 3.


Me salto mil detalles y anécdotas, pero la historia de los Siniestro expresa perfectamente el devenir de un grupo de chavales enamorados de la música e intentando encontrar una forma de expresarla. Sin convicciones de vivir de ella en un principio, pero dejándose creer el cuento a medida que los acontecimientos se precipitan y avanzan. Tirando de coche, de tren, recorriendo mil veces el eje Galicia-Madrid para estar donde había que estar en cada momento.

Toda esa vida de grupo de chavales buscándose la oportunidad de tocar les pone en contacto con mucha gente del momento. Influyen más que son influidos, y comienzan a generar una huella que se deja notar en bandas que surgirán a partir de los cuatro miembros originales.

Germán comienza a juntarse con un multiintrumentista llamado Teo Cardalda para musicalizar algunas letras que no acaban de convencer, por serias, al resto de los Siniestro (especialmente a Julián y Miguel). De ahí nacerán los Golpes Bajos, y de éstos, a través de Teo, los Cómplices. Germán seguirá su andadura posteriormente como solista.
Miguel, por su parte, fundará Aerolíneas Federales. 
Julián, que ha ido generando una curiosidad por músicas más complejas como CAN o el mismo John Cale, entra en contacto con gente nueva, propia de ambientes más cultivados, y llega a establecer una relación con Antón Reixa. Si bien al comienzo la relación entre esta nueva gente y el resto de integrantes de Siniestro no va a ser sencilla, con el tiempo se transformará en algo natural y  cercano. Antón será una de las piezas fundamentales de Os Resentidos, de donde en parte saldrán Los Motores.
Incluso, basándose en bases de Julián, dan sus primeros pasos los Def Con Dos.

En definitiva, a principios de los 80 se genera en el entorno de la ría un núcleo de movimiento juvenil que dejará marcado el panorama nacional con su inventiva, su forma fresca y atrevida de atreverse con covers (versiones) de los clásicos,  con su punto irreverente y su infrenable ilusión. Tenemos la suerte de tenerles aún dando la barrila. No les desaprovechemos.

Canciones de Siniestro hay unas cuantas, y no quiero aquí gastar balas que van a ir, con todos los honores, en otras etiquetas. Como hablamos de los comienzos, dejémosnos caer por ellos.

Cosas buenas a tod@s.



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