miércoles, 4 de julio de 2012

De como puede salir algo válido de un grupo religioso de chavales

Hace unos días tuve una agradable cena con dos buenos amigos. En ella, en medio de raciones de callos, bravas y lacón, apareció la cosa ésta de la música. Anduvimos hablando de esto y lo otro y apareció el nombre de un grupo que sé de buena tinta le gusta mucho a uno de mis amigos, un combo conocido mundialmente y cuya historia no deja de tener su aquel: Depeche Mode. Coartada perfecta para traerlos al blog.

Si uno escribe Depeche Mode en Google y va a imágenes se encontrará con dos grupos diferentes de las mismas. Uno en que aparecen como cuarteto y otro en que aparecen como trío. Expliquemos esto.

Si miramos a Depeche en perspectiva, contemplando su larga carrera y sus múltiples trabajos podemos, sin cometer un craso error, afirmar que son un trío. Tres sujetos que responden a los nombres de Martyn Lee Gore, Andrew Fletcher y Dave Gahan. Sin embargo existe una cuarta figura, un individuo sin el cual la conexión entre estos tres no hubiera sido posible, posiblemente la persona con mayor porcentaje de culpabilidad en la formación de aquel grupo que se dio en llamar Composition of Sound, lo que al tiempo sería Depeche Mode.


Este personaje se llama Vince Clarke. Aunque suene un tanto extraño (los lugares y situaciones de encuentro de las piezas claves de los grupos de música son dignas de mención en muchas ocasiones) los caminos de Clarke se cruzaron con los de Fletcher en las reuniones de un grupo juvenil de actividades de estilo parecido al de los Boys Scout. Un grupo de chavales que se reunía semanalmente  dentro de un marco religioso para escuchar charlas y jugar al fútbol. Cuando la conexión entre ambos se estableció lo tuvieron claro, su pasión era la música, de forma que no tardaron en dedicar sus ratos de ocio a tocar y ensayar.
En paralelo a estos dos un joven mudado a la ciudad se dedicaba a tocar con otros chavales y acudía, de tanto en tanto, a las charlas que Clarke daba a para atraer a otros chicos a las actividades del grupo religioso/festivo. Ese joven era Martyn Lee Gore. El caso es que en una ocasión en que Gore se encontraba tocando con otros tipos, un avezado Clarke le observó desde el público y pensó que sería una pieza ideal para acompañarles a Fletcher y a él. Poco después los tres habían dado forma al germen de lo que serían con el tiempo los Depeche.

Sólo les faltaba un front-man capaz, un vocalista con entidad para dar personalidad al grupo. Y de nuevo se cruzó en el camino de Clarke. Dave Gahan no tuvo una infancia muy regular, especialmente problemática con la figura paterna debido a varias separaciones de su madre e intentos por parte de ésta de insistir en que cada nuevo hombre que entraba en su vida era el padre auténtico del chico. Esto le hizo distanciarse de una vida familiar ordenada y comenzar a beber, salir, cruzarse con otros chicos y acabar encerrado en su arte (dibujaba, escribía,...). Por una anécdota que no viene a cuento Clarke y él se cruzaron una noche. El primero no dudó en proponerle una prueba. Había visto algo en aquel enclenque y desaliñado chaval. Y el resultado fue una audición en la que Gahan clavó un Heroes que dejó convencidos a los tres miembros del grupo. Acababa de nacer Depeche Mode, nombre que el propio Gahan propuso y que, a la postre, perduró como etiqueta del cuarteto.

Sólamente un trabajo de los Depeche lleva la firma de los cuatro, con la carga compositiva centrada en Clarke. Es de 1981 y se tituló Speak and Spell, una producción de Daniel Miller para el sello Mute, casi nada.
Por diversos problemas que no son objeto del post, Clarke abandonó el grupo y para el siguiente trabajo (A Broken Frame, 1982) el grupo aparecía ya como trío, sin quien había sido el nexo de unión del conjunto y su principal compositor. Pero de como superaron esto podemos hablar otro día.

De aquel primer trabajo del 81, un tema destacó sobre los demás y les proporcionó el oxígeno suficiente como para establecerse en la escena nacional. Se titulaba I just can't get enough, y sonaba, con ese sencillo pero maravilloso toque electrónico, así...

Cosas buenas a tod@s.


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