sábado, 9 de junio de 2012

Radiografías de andar por casa

La primera vez que escribí sobre este video fui breve. Sólamente decía:

En dos palabras: jo-der.
Cosas buenas a tod@s.


Luego pensé que había que escribir algo acerca de este video. Por el pedazo de realizador que lo dirigió y el pedazo de artista que tenía delante.
Sí. Es Eurovisión. Y sí, es Raphael.
Con Raphael me pasa que la gente no me toma en serio. Parece ser que hay individuas (e individuos) que no se creen que puedas encontrar exquisito el Highway 61, el Houses of The Holy o el Is This It y a la vez pensar de Raphael que es un fuera de serie.

Pero quiero ceñirme al video y a la actuación, y en particular, ya que hablo del video, al realizador que Raphael volvió loco.

Tras el inicio al uso con toma de orquesta, en cuanto empieza a cantar, le cierra en un primer plano que, el de Linares, arranca tan teatral como siempre, con una subida de pestañas marca de la casa. Maniquea, lo acepto. Exagerada, como todo él. Ridícula si no viniese detrás de una entonación y un control que es para fliparlo. Cuando pasa el medio minuto Raphael comienza a moverse (contenido, estoy convencido de que asesorado) y el operario empieza a dudar.

No sé si estaría todo ya pactado, posiblemente este cambio sí porque coincide con la coda, pero empieza la segunda vuelta y abre a plano americano para cazar el brazo derecho subiendo a la altura de la cabeza. Entonces llega el segundo 58 y Raphael abre los brazos en cruz. El operario abre campo porque se sale de cuadro. Ya le tiene comiendo de la mano. Es Eurovisión en el 66. Es directo. Acaba de darse cuenta el realizador de que tiene un problema.

Trae los brazos alante y vuelve a cerrar campo porque le sobra por todos lados.

Empieza el estribillo y Raphael comienza algo que posiblemente estaba pactado, pensando en plano americano. Gesticula en vertical. La mano derecha abierta, el brazo estirado. El operador vuelve a abrir campo y baja el foco. Se da cuenta de la importancia del gesto.

Raphael se trae las manos al pecho y vuelve a cerrarle, seguramente no quiere perderse la cara. Aguanta unos segundos hasta que en el 1:35 Raphael sube la derecha por encima de la cabeza. Demasiado, abre campo pero la sacrifica.

Vuelta a empezar. Seguramente de nuevo pactado. Primer plano y estrofa.

Ahora, ¿habrá aprendido?,  no le sigue cuando abre los brazos en cruz en el 1:52. Aguanta hasta el estribillo para no marear más y deja el campo fijo y cambia de cámara. No más zoom. Le vemos desde la izquierda en americano.  Capta el gesto de la dercha, en puño ahora. Mantiene el plano así le cueste perder algún detalle. Ha aprendido, capta la segunda mitad de forma mucha más relajada.

Sólo cambia de cámara para incorporar, al final, a la orquesta (que no veíamos desde el comienzo) y cerrar con un Raphael a la derecha en un gesto corporal propio del mejor Ray Davies.

Dos cracks ambos, Raphael, comiéndose todo, con un lenguaje corporal enorme, una entonación exquisita, el realizador aprendiendo y metiendo mano en la segunda mitad del tema, dejando de marear al televidente.

Raphael no ganó. No sé quien lo hizo. Está en internet, seguro, pero me es igual. Comportarse así con 23 años en lo que en aquel entonces significaba Eurovisión ya me parece de crack. Y con esa voz y esa entoncación. Si ser punk significa hacer las cosas como sabes pasando de lo que opinen los demás, en España tuvimos un punk antes que McLaren los inventase. Y se llama Raphael.

Cosas buenas a tod@s.

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