sábado, 18 de febrero de 2012

Blues de la Frontera

Hay temas que son flamenco y otros que no.

Esto no es flamenco, y no es menos auténtica que una bulería, no es menos sentida que una soleá. Es lo que es y así, como es, me gusta.

Pata Negra fue un grupo que se atrevió cuando había que atreverse. No sé si el Ray y el Rafa buscaban inventar, innovar, escandalizar. A mi me llegaron y me cazaron. Tengo unos cuantos trabajos de ellos. Muchos de sus temas forman parte de mi banda sonora original.

Pero hablemos un poco de ellos más allá de lo que a mi me llegaron.

Las tres mil viviendas es un barrio..."diferente" de Sevilla. De allí vinieron a alegrarnos un poquito la existencia los hermanos Amador. Pata Negra nació tras la separación de estos dos de ese sujeto indiscutible e insustituible que es Kiko Veneno y de ese grupo bandera de la fusión ibérica que fue Veneno.

Y quisiera hablar de ellos trayendo a colación a Camarón.

Y lo quiero traer porque fue él (no sólo él, y valga esto en reconocimiento a, entre otros,  El Lebrijano, del que hablaremos otro día) quien atravesó la linde de lo "auténtico" para llevar a su sonido a nuevos territorios.
Sin ese primer paso sería complicado dar el peso específico y auténtico de una música nueva, propia, alejada de la casposidad que en algunos ambientes se le atribuye.
Camarón, de la mano, aunque no siempre, de Paco de Lucía, dejó la puerta abierta para quien la quisiera coger, para quien se atreviera a atravesarla diría yo.
Un día daremos un paseo por La llave de Oro del Cante y entraremos en más polémica. Hoy valga sólo el de San Fernando como contexto para estos dos.



Pocas músicas pueden presumir de mezclar lo Añejo, con mayúscula de Siglo XIX, con lo nuevo. Subir un bajo eléctrico hasta el punto en que se escucha en esta canción. Marcando el ritmo junto a las palmas y la percusión. Con sus coros, con deje en la voz.
Blues de la Frontera fue un disco excelso. Me hipnotizan las escobillas de Pasa la vida, la melodía de Calle Betis. Pero preferí no ponerlas todas del tirón. Me quedé con mi número de la suerte, el cuarto corte. Un pedazito de ese pedazo de disco. Si no lo tenéis haced lo que sea necesario por tenerlo. Incluso trabajar.


Cosas buenas a tod@s.

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