domingo, 12 de febrero de 2012

Gatos callejeros

Esta semana han venido conmigo en el coche tres gatos callejeros que responden a los nombres de Brian Setzer, Lee Rocker y Slim Jim Phantom.

Los Stray Cats fueron, sin mucho lugar a dudas, una banda fundamental en las influencias que el rock patrio tuvo durante la segunda mitad de la década de los ochenta. Significaron un revival del rockabilly tradicional y fueron uno de los puntos de anclaje del psychobilly que mencionaba hace unos días.
Muy posiblemente debido a que a este tipo de música le he dedicado más horas que a otros, la primera escucha del disco ya me trajo la sensación de que lo había oído mil veces antes. Posiblemente, de forma individual, en bares, en emisoras de radio, aquella vez que fui al dentista y me tuvo hora y media esperando leyendo el Hola, he escuchado sus canciones de forma incosciente. Estos días atrás lo hice prestando atención. Pero, como decía, este primer trabajo de los de Long Island me resulto familiar, cercano a todos esos sonidos con los que crecí.

Un buen ejemplo es esta canción con aires de numeritro musical de Los Aristogatos (jugadas del destino, este nombre tendrá que ver con algo que mencionaré más adelante). Stray Cat Strut, o algo así como "el pavoneo del gato callejero".



El caso es que estos chavales se juntaron en el sitio equivocado en el momento menos preciso. Nueva York, a finales de los 70 y primeros 80, era un hervidero de cultura Punk y NewWave, con centros de actividad tan señalados como el CBGB o el Max's Kansas City, donde toda la crema de la cultura underground de la gran manzana se daba cita. Los Stray Cats tocaron en ambos, aunque lejos de alcanzar la repercusión que compañeros de profesión como The Ramones, NewYork Dolls, Television, Blondie, etc alcanzaron.
De hecho fue a este lado del charco, en Inglaterra, donde comenzaron a labrarse un hueco dentro de la escena y gracias al revival que la cultura rock con esencias 50s estaba teniendo en las islas.
Su mezcla de sonidos americanos con destellos de agresividad punk (más que probablemente observados en los mencionados templos de la Bowery y South Park Avenue) les fabricaron un aire diferenciador que pronto atrajo a propios y ajenos. Entre ellos, referencias que les significaron el espaldarazo final, los mismisimos The Rolling Stones o The Who.
Y poco más faltaba para que alguien diera el paso adelante y se lanzara a editarles un trabajo, éste. El atrevido (no tanto) fue el mismísimo Dave Edmunds. Edmuns había trabajado junto a Nick Lowe en ese grupo rock de cabecera y de culto que fue Rockpile (y del que, cualquier día, podemos poner algo, merecen mucho la pena).

Pero, antes de mencionar qué me han traído a la cabeza los gatos, un tema mítico de este trabajo...



Dos cosas se me han venido a la cabeza escuchándoles, una con más sentido que la otra.
Ésta, la del sentido, es aquel trabajo de los Duncan Dhu que se llamó Por Tierras Escocesas. No he leído nada de Erentxun, Vasallo o Viles al respecto, pero temas como Casablanca me parecen conectados íntimamente con este sonido. Y no sólo la música en sí, fotografías de los primeros donostiarras me conectan directamente con estos tipos. Mantendré la analogía en la cabeza hasta que tenga la oportunidad de encontrarme con alguno de ellos.
(Cerrando el bucle que abrí arriba al respecto de Los Aristogatos, mencionaré que así se llamaba la banda donde se encontraba Mikel antes de formar Duncan Dhu, aunque ésta sin el artículo).

La segunda reminiscencia que me traen sí es más subjetiva, estrafalaria incluso. Escuchad este tema por favor:



bueno... pues ahí va... me trae a la cabeza a Muchachito Bombo Infierno. Dudo que Muchachito haya desarrollado su sonido a partir de este tema, de hecho toda la parte rockabilly le sobra. Imagino que ambos beben de una misma fuente. En cualqueir caso me hizo gracia y me ayudó a traer de vuelta el primer LP que escuché al de Santa Coloma.

En conclusión, llegué a este disco con muchas expectativas y no ha defraudado una sola de ellas. Valga la frase hecha para cerrar como muestra de falta de mejores recursos: un disco redondo.

Cosas buenas a tod@s.

No hay comentarios:

Publicar un comentario