sábado, 22 de septiembre de 2012

De muertos agradecidos.

Dijo una vez Jerry Garcia (he aquí un sitio curioso sobre el mismo), cantante, instrumentista y compositor de los The Grateful Dead : Los discos no son indicadores absolutos, son sólo productos. Y no puedo estar más de acuerdo con él. Sacar conclusiones de una banda, la cual puede tener un largo y complejo historial cargado de cambios y evoluciones, incluso antes de la publicación de su primer trabajo, por un sólo álbum, siendo éste incluso el seleccionado por la crítica como el más significativo de su carrera, es un error de cálculo. Por eso no quiero extender la impresión del trabajo a toda una carrera y reconoceré por adelantado que lo que de éstos sé lo conozco más de lo leído que de lo escuchado.

Huyendo de cualquier subjetividad sí diré, para aquellos a los que no les suenen los de Palo Alto (California), que se trata de una alineación rock nacida en el 65, y donde hay que señalar directamente, y aparte del ya mencionado Garcia, a Bob Weir (guitarra y voces), Ron "Pigpen" McKernan (teclador, harmónica y voces), Bill Kreutzman (batería) y Phil Lesh (bajo).


Y, así, desde la ignoracia, la pregunta del millón para el neófito: vale la pena saber quienes son éstos?. Pues yo diría que sí. The Grateful Dead fue un grupo de rock absolutamente inmerso en la América californiana de segunda mitad de los sesenta y primeros setenta. Con todo lo que ello significa a nivel de verano del amor, drogas, sonidos psicodélicos, inmersión y posterior electrificación del folk, etc, etc. Cualquier crónica de la escena musical de aquel momento acabará topándose, a poco que ahonde, con estos sujetos.

El caso es que hoy traigo aquí uno de sus trabajos de estudio, y precisamente Garcia, Weir y el resto son de los que tienen un currículum a nivel de directo de los de echar para atrás. Tanto por la devoción de sus seguidores (los conocidos como deadheads) a registrarlos como por la modificación y experimentación que sobre las melodías originales perpetraban sobre las tablas. Conciertos de ellos pueden encontrarse en la nube en diferentes sitios. Por proponer uno, la web Archive , donde pueden escucharse en streaming o, en ocasiones, incluso descargarse para escuchar tranquilamente donde a uno le apetezca. No me he metido en ese fregado de momento, de forma que tengo que hablar de lo leído cuando avanzo que los Deads del directo son un grupo diferente al de estudio (al de estudio del American Beauty quiero decir), arriesgado, innovador, rompedor e iconoclasta.

Y permitidme que me centre ya un poco en el American Beauty.
No me ha impactado lo que esperaba. Siento decirlo así porque cortes como Friend of de devil forman parte de mi imaginería personal. Porque uno no es de permanganato y cuando abre las orejas para investigar uno de esos 500 grandes álbumes de todos los tiempos segun la Rolling Stone espera el shock y el calambre subiendo, espalda arriba, la espina dorsal completa. Y no ha pasado así. Consecuencias negativas de comenzar algo con expectativas demasiado elevadas.
Tampoco es que me haya decepcionado o no lo haya acabado de comprender (como me pasó en su día con trabajos del relumbrón del OK Computer de Radiohead o el Mellon Collie and the Infinite Sadness de The Smashing Pumpkins). Simplemente no me ha parecido tan diferenciador del sonido de su época como para entender el paso adelante o la carga influenciadora que pudo tener. Es sencillamente bueno, sin necesidad de adornar el adjetivo con más parafernalia. Al nivel de unos Crosby, Still, Nash and Young, unos Jefferson Airplane, unos Byrds, unos Buffalo Springfield. Primera división, no se me confundan, sólo que no me dió el latigazo.

Como esta semana comenzó a llover, voy a pasar de la canción mencionada arriba y, para seleccionar un corte de la galleta, me quedo con esta Box of Rain. Con ese juego melódico de voces que tan bien se les daba a los Deads, con el ritmo sostenido y la límpida melodía del folk de casta. Friend of the Devil y Truckin me las guardo en la manga. Ahí hay otras cosas que contar.

Cosas buenas a tod@s.




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