domingo, 12 de octubre de 2014

Dejarlo, volver y volver a dejarlo

Hace más de un año que no introduzco una entrada en el blog. Y no porque haya dejado de lado la afición y la curiosidad por la música. Llegó un punto en que publicar algo encendía luces parpadeantes en áreas enterradas de mi propio decoro. Ser un falsario y decirlo no es un pecado mortal. Que otros, avisados, lo quieran (o lo pretendan, que no he querido llevar a ese punto el análisis) obviar y me regalen el oído con prebendas y adulaciones me incomoda en el fondo. Por parecer una vuelta de rosca rebuscada el rectificarles el intento, callo, confiando en que no se cruzará por mi camino alguien que, él (o ella) sí, realmente, tenga el conocimiento y la capacidad de comprender los mapas que yo a ratos perdidos camino.

Llevaba unos días queriendo retomar la costumbre. A un paso más lento si puedo. Por una razón fundamentalmente, mi propio beneficio. Cuando, hace unos meses, me dedicaba a escribir esas entradas, me obligaba a recopilar información que no tenía claro del todo de donde me había llegado. Repasaba artículos o buscaba por internet. Nada de oscuras y encriptadas páginas, desde la wikipedia hasta las revistas más conocidas y accesibles en cualquier kiosko nacional. Pero el ejercicio no era en vano. Andar el camino es una cosa, intentar dibujar el mapa una vez andado es otra. Y esos trazos sobre el papel me hacían recordar detalles pasados por alto. Senderos laterales que bajan o suben a sitios nuevos. Eso, no escribiendo el blog, lo había perdido. Eso, volviendo hoy a escribirlo, es lo que me gustaría recuperar.

Pero me conozco, y no me acabo de fiar de mí. Mi circunstancia limita mi tiempo. Tengo más família que la última vez que escribí, y ellos y ellas necesitan también de mi tiempo. Tengo, suerte que tiene uno, un trabajo. No es el más absorbente del mundo, pero tampoco es el menos. Por eso no descarto que exista un "volver a dejarlo". Aunque le voy a dar la posibilidad de aparecer precisamente escribiendo este post de vuelta.

Intenté en el pasado cambiar incluso la fórmula. Conozco blogs donde las entradas se limitan a mencionar un tema que ha gustado, a colgar un video. Y me parecen perfectos, vaya por delante. Pero intentándolo no acababa de encontrar aquello por lo que me atrapaba escribir. Esa labor arqueológica dentro de mis propios recuerdos y mi vulgar documentación. Algo así como hacer maquetas de trenes ya que no podemos comprarnos uno.

Poco he escrito de música hoy. Sólo he cargado de balas el tambor del revolver. Ahora veremos si me pasa como a Lee en los Siete Magníficos. Pero no podría acabar un post sin introducir al menos una canción. Y me decanto por el I'm back again de los Fleshtones. Por el título, por ser un grupo de esa década mágica que fueron los 70s, de una ciudad alucinante como es NYC, por que expresa un estado de ánimo, de fiesta, de intención más que de ejecución.

A ver cómo me sale el viaje...

Cosas buenas a tod@s.



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